Hennessy es uno de los fabricantes con más experiencia y renombre en el arte de elaborar coñac. La historia de la compañía se remonta dos siglos y medio atrás cuando un mercenario irlandés del rey Luis XV de Francia fue recompensado por su señor con tierras en la comuna de Cognac. Richard Hennessy, que así se llamaba, comenzó a elaborar licores para su familia y sus más allegados para, poco más tarde con su hijo James, comenzar a elaborar coñac.
Su vástago, que terminaría poniendo su nombre al negocio familiar, consiguió llevarlo a lo más alto, aglutinar gran poder, cultivar un gusto excepcional y convertirse en una de las amistades predilectas de las élites políticas, intelectuales y artísticas de la época.
Para ilustres personajes como Pablo Picasso, Lawrence de Arabia o Winston Churchill, mandó crear a su Jefe de Bodega, Alfred Fillioux, un coñac que reuniese los ideales del Art Déco, tan en boga entonces, con un carácter distinguido, excelentemente equilibrado y perfecto ejemplo de lo que debe ser un coñac. La especial bebida recibió por parte de James el sobrenombre de "muy privado" y uno de los descendientes de su creador, Yann Fillioux, en homenaje a él y al propio Hennessy crearía uno de los coñacs más distinguidos de nuestro tiempo, el Hennessy Privé.
Elaborado con una mezcla de aguas de vida añejadas en barricas nuevas durante periodos que van desde los doce años de las más jóvenes a la treintena de las más maduras, este distinguido y bien equilibrado coñac ofrece en su cata un envolvente frescor que recuerda a la menta y unas balsámicas notas que evocan a jalea de frutas y un dulce praliné.
El Hennessy Privé es uno de esos coñacs, un cognac con todas las letras, para las mejores bodegas y los más privilegiados paladares.
