Entre el sur de la provincia de Barcelona y el norte de la de Tarragona se extiende la comarca histórica del Penedès ocupando las actuales de Alt y Baix Penedès y el Garraf, famosa sin duda por su producción vitivinícola y particularmente por su cava. Y allí se encuentra Gramona, una bodega cuyos orígenes se remontan a la mitad del siglo XIX y que desde principios del XX imprime su marca a una producción de espumosos de gran prestigio.
Y a partir de las variedades de macabeo, xarel·lo y chardonnay, en una proporción del 50%, 40% y 10% respectivamente y vinificadas por separado, nace una de las joyas de la bodega. Se trata de Gramona Imperial Brut Gran Reserva 2008, uno de los mejores cavas que se pueden encontrar por estos lares. Y no lo decimos nosotros sino los diferentes críticos y expertos que han reconocido la calidad de este espumoso elaborado en Sant Sadurní d'Anoia.
Estamos hablando de un producto que ha sido elaborado atendiendo a criterios de agricultura ecológica. Es decir, en el cuidado de la fruta no se han aplicado herbicidas ni pesticidas sintéticos, sino que se han buscado métodos para la protección y control de las cepas lo más equilibrados posible con el entorno.
Han sido 60 meses de crianza los que ha pasado tras una cosecha manual y una elaboración en la que los procesos se han llevado a cabo cuidadosamente desde el viñedo a la botella. Todo ello para dejar en la boca un paso refrescante de burbuja fina y donde los sabores que se perciben hacen recordar a compota de fruta madura y a panadería, a brioche y mantequilla. Sabores que ya se anticipan en nariz donde además se perciben notas cítricas y una intensidad que nos anuncia buenas sensaciones en el paladar.
Buena culpa del resultado la tienen las 124 hectáreas donde Gramona cultiva su uva, ubicadas en una zona privilegiada del Alt Penedès con un clima mediterráneo y protegida de la severidad del invierno por las rocas del macizo de Montserrat... y la ancestral dedicación de una familia volcada desde hace décadas en la producción del vino.