Melle es una localidad belga situada en Flandes Occidental de apenas 10.000 habitantes que seguramente pasaría desapercibida si no fuera por su producto autóctono más popular, la cerveza de fama mundial Delirium Tremens. Todo empezó en 1906 cuando Leon Huyghe, un recién llegado a Melle, adquirió una cervecera ya existente en esta pequeña ciudad belga y fundó Brouewerij Mounterij den Appel, la actual Brouewerij Huyghe.
La cervecera, que llevaba en marcha con diferentes nombres desde mediados del siglo XIII, comenzó fabricando estilos más ligeros como la clásica pilsner aunque pronto comenzó a sumergirse en la producción de recetas tradicionales belgas. Desde entonces se ha convertido en una de las cervecerías más importantes de Bélgica y del mundo entero que ya va por la cuarta generación de la familia Huyghe al frente. No ha sido un camino fácil, sino lleno de altibajos, con unos comienzos difíciles acentuados por la Primera Guerra Mundial, una época de expansión durante la década de los 50, los años dorados de 1960, una pequeña crisis en los 70 y la introducción de las marcas que la han hecho famosa a partir de finales de los 80.
Porque fue justamente en 1988, aunque algunas fuentes insisten en 1989, cuando Jean De Laet lanzó al mercado el buque insignia de la cervecería. Casado con Ana Huyghe, nieta de Leon, tomó las riendas de la compañía en 1985, revolucionando su forma de trabajar e introduciendo la fermentación en botella, además de una gama de referencias mundialmente conocidas, entre las que destaca no sólo la cerveza del elefante rosa, sino también otras como La Guillotine (para conmemorar el segundo centenario de la Revolución Francesa), la Mongozo o la Averbode.
Delirium Tremens, una Belgian Strong Ale elaborada con tres cepas de levadura
Pero estamos aquí para hablar de la Delirium Tremens, cuyo nombre hace referencia en latín al término médico para designar el síndrome de abstinencia del alcohol, cuyos efectos físicos incluyen temblores, escalofríos, sudores, taquicardias y alucinaciones. De ahí, la presencia del famoso elefante rosa en su etiquetado. Lo que no es ninguna alucinación es la calidad de esta Belgian Strong Ale, considerada por los grandes expertos como una de las mejores cervezas del mundo y, por supuesto, de Bélgica, siendo especialmente reconocida en Estados Unidos, dónde se alzó con una medalla de oro en el World Beer Championship de Chicago en 1998.
Pero elefantes rosas aparte, la Delirium Tremens destaca por su cuidada imagen con una botella de vidrio pintada de blanco emulando la cerámica tradicional de la ciudad alemana de Colonia, el papel de plata azul que corona su botella, y un etiquetado que muestra las diferentes fases del delirium tremens (representadas por dragones y cocodrilos) que la hacen inconfundible. Se trata de una cerveza rubia de estilo belga, con una elevada graduación alcohólica del 8,5% que calienta el paladar, aunque esta se ha visto rebajada con los años pues en el pasado se ha llegado a comercializar con un 9%.
Una cerveza muy efervescente, algo dulzona, pero con un final seco y amargo y un largo retrogusto. De sabor es algo maltosa, pero redonda en boca, destacando por su carácter especiado con ciertas notas a pimienta y cítricos. Ese peculiar sabor se debe a la utilización de tres tipos de levaduras diferentes durante su producción.
Con el tiempo, Huyghe ha ido introduciendo otras variedades complementarias a su cerveza más icónica dentro de la gama Delirium, como la Delirium Argentum, una IPA conmemorativa del 25 aniversario de la Delirium Tremens; la Delirium Nocturnum, una versión más oscura y tostada para celebrar el décimo cumpleaños de la marca; la Delirium Christmas, una versión estacional navideña; Delirium Red, una variante elaborada con cerezas agrias; y finalmente Deliria, la receta que se elabora anualmente para el Día Internacional de la Mujer.
