En los museos podemos admirar pinturas, esculturas, restos arqueológicos, objetos de la más diversa índole... y gastronomía. Porque aquello que es nuestro sustento, esa receta que forma parte indispensable de la cultura de un país o ese plato emblemático que se ha convertido en verdadero icono bien merecen un museo.
Viajamos a dos ciudades de los Estados Unidos en busca de pizzas y mostaza, de allí volamos hasta Alemania con el objetivo de probar su delicioso chocolate, desde el país centroeuropeo nos desplazamos a Italia para conseguir un buen helado, subimos a continuación hasta Bélgica a por un cono de patatas fritas y finalmente volvemos a casa, llegando a Manzanares del Real (Ciudad Real), para disfrutar del mejor queso manchego y todo su universo. Gastronomía de museo en museo.
Pizza Brain, un homenaje a la pizza en Filadelfia

Filadelfia puede presumir de ser la quinta ciudad de Estados Unidos por población, de ser uno de los mayores centros históricos, artísticos y culturales del país y de tener en sus calles el primer museo dedicado a la pizza con pizzería artesanal incluida, Pizza Brain.
En el número 2313 de Frankford Ave podemos encontrar la más amplia colección de objetos relacionados con la pizza a nivel mundial, desde portadas de vinilos a tazas para el desayuno, pasando por las clásicas cajas que traen este plato a nuestra casa; y pizzas artesanales hechas in situ. La Felix Hubbert, hecha con salsa blanca, queso gruyere, queso mozzarella, cebolla caramelizada, tomillo fresco y ajo, es una de las más demandadas.
Además este negocio, como nos explican, está impulsado "por la comunidad"; porque desde la dirección se esfuerzan en desempeñar su actividad desde un punto de vista social, ético y medioambientalmente responsable.
National Mustard Museum, el culto que Wisconsin rinde a la mostaza

Si pensamos en la mostaza, ese condimento con un punto picante, pensamos en gastronomías de países como Francia, Alemania o India donde juega un papel fundamental en la gastronomía, sin embargo es en Estados Unidos, donde encontramos un homenaje a la famosa salsa y su universo, toda una institución culinaria al servicio de la misma.
Este hecho es el que quiere manifestar y poner en valor el National Mustard Museum de Middleton, Wisconsin, que cuenta con más de 5.600 mostazas procedentes de los cincuenta estados de los Estados Unidos y de más de setenta países. En él podemos encontrar desde estas muestras que recorren diversos enclaves del mundo y diferentes épocas, hasta viejos anuncios o utensilios con los que se elabora en el presente y se elaboraba el pasado.
Fundado por Barry Levenson, quien dejó su trabajo como asistente del Fiscal General del Estado de Wisconsin para abrir este museo tras encontrar su particular sentido de la vida en la mostaza, una opción a tener en cuenta si viajamos por el norte del país americano.
Schokoladenmuseum, una paraíso chocolateado en Colonia

En el año 1993 se abrió en Colonia, a tan solo unos metros de su imponente catedral, el dulce Schokoladenmuseum. Considerado uno de los diez museos más importantes de Alemania y el primer museo dedicado al chocolate del mundo, a través de más de cuatro mil metros cuadrados de exposición, repasa la historia de este verdadero manjar desde antiguas culturas, desde la época maya y azteca, hasta su posición en periodos posteriores como el del Barroco o la industrialización.

En su imponente edificio de cristal y piedra sobre la península Rheinau, que simula un barco navegando por el Rin, el Museo del Chocolate de Colonia expone desde esculturas hechas con este alimento hasta plantas de cacao. La muestra incluye además una fábrica completa donde se puede conocer todo el proceso de elaboración que finaliza con una degustación de chocolate fundido en una impresionante fuente de varios metros de altura.
Uno de los dulces más consumidos del planeta encuentra en el Schokoladenmuseum la aproximación más exacta a sus orígenes y la retrospectiva más amplia de su devenir, donde el sentido de la vista es tan importante como el del tacto, el olor y sobre todo el del gusto. Un "dulce must" si visitas la ciudad.
Gelato Museum Carpigiani, un tributo al helado desde el corazón de Emilia-Romaña

Desde que en septiembre del año 2012 fuese inaugurado en la localidad italiana de Anzola dellEmilia, el Gelato Museum Carpigiani es la referencia museística en el universo helado.
Dedicado a comprender y profundizar en la historia, cultura y tecnología del clásico postre congelado, desde sus orígenes hasta la actualidad, muestra en sus más de mil metros cuadrados de superficie, máquinas heladeras, material multimedia, decenas de miles de fotografías, diversos utensilios, documentos históricos y entrevistas inéditas en vídeo a importantes figuras del sector e industria.

El museo dedicado a ahondar en las raíces históricas de este sano y nutritivo alimento fresco se encuentra en una parte de la nave industrial donde la empresa Carpigiani elabora su helado. Los más golosos tienen una cita con el pasado, el presente y el futuro de esta delicia gastronómica en el corazón de Bolonia.
Frietmuseum, el único museo del mundo dedicado a las patatas fritas

Una inmersión gastronómica en Bélgica no sería completa si no se ha disfrutado del delicioso chocolate del país ni de sus tradicionales patatas fritas, por esta razón a unos entusiastas de las fries les pareció inaudito que no existiese un museo dedicado a ellas, dicho y hecho, lo pusieron en pie.
Ubicado en Brujas, la capital de Flandes Occidental, el Frietmuseum aborda a lo largo de tres espacios la historia del tubérculo. Desde que fuese domesticado en el Altiplano andino hace unos 7.000 años, llegase a Europa de la mano de los conquistadores españoles y desembarcase en Bélgica, donde terminó siendo emblema una vez dorado.

El museo, que complementa la experiencia divulgativa con una degustación de la crujiente vianda, se encuentra en el edificio más antiguo de la ciudad, que data del siglo XIV, el Saaihalle. Imperdible tanto su contenido como continente.
Museo del Queso Manchego, el hogar de uno de nuestros mejores quesos

Y en nuestro periplo gastronómico llegamos a casa para disfrutar de algo tan nuestro y como nuestro queso manchego. El Museo del Queso Manchego de Manzanares, Ciudad Real, es el primero que invita a sumergirse en la historia de este lácteo y su universo ( de una forma distinta a la habitual.

En estancias propias de una casa tradicional de La Mancha, articuladas en torno a un corral, el espacio museístico adentra al visitante en los procesos de elaboración del pasado y en los del presente.
A lo largo de estancias como una cuadra, una cocina, un salón o una bodega, podremos ver también cómo de importante ha sido la trashumancia de la oveja merina, asistir a conferencias y charlas, llevarnos a casa algún de la tienda anexa o, directamente, degustar uno en la sala de catas. La historia del mejor queso manchego, con denominación de origen protegida, en el propio corazón de La Mancha.