Salsamento, ultramarinos hecho bar y viceversa

Aquello de unir tradición y modernidad se ha convertido en un estándar manido. En una sencilla historia que contar, como motivación y razón de ser de un espacio. Y también en la base sobre la que construir propuestas, dando una forma, recorriendo un camino y formando un discurso. En el contenido, más allá del concepto esencial o el estímulo que lo ha provocado encontraremos el valor.

Salsamento, «una tienda de ultramarinos que es un bar» y «un bar que es una tienda de ultramarinos», es muestra de esa valía que va más allá de una idea.

Salsamento

De cómo un pequeño espacio situado en una de las zonas con mayor efervescencia de la ciudad de Sevilla se convierte en heredero de aquellos colmados de antaño, de las abacerías míticas, combinando sus virtudes con un sentir contemporáneo en el que las despensas también se disfrutan in situ.

Porque los productos que el visitante divisa en las estanterías situadas a izquierda y derecha, y lo que se muestra en el expositor acristalado junto a la barra, en el centro, son tanto para comprar y llevar a casa como para disfrutar allí. Sentados en una de las mesas bajas, de las altas o en las dos barras del local, la principal y la accesoria.

Salsamento

Son selectas latas y conservas llegadas de varias partes de España y Portugal, porque en la tienda no entra ningún producto de más allá de la península. Chacinas y salazones servidos sobre papeles de estraza, a la antigua usanza. Una gran selección de quesos, foie y vinos, con especial devoción por los más inmediatos, los andaluces. Montaditos variados con los que darse un buen apetitivo, quizás junto a un vaso del vermut casero de Salsamento. Guisos también como hechos en casa, presentados en cazuelas de barro. Y también dulces para rematar la jugada, postres venidos en lata.

Salsamento

Sin olvidarse de especialidades y singularidades de Salsamento como la sardina macerada sobre tostada, de la que buena cuenta nos darán los camareros, o la pizza Inés Rosales, en el que un clásico como las «legítimas y acreditadas tortas de aceite» sevillanas se dan la mano con ingredientes del atemporal plato italiano.