Attica, la cocina natural de Ben Shewry

A las afueras de una gran ciudad, en uno de los suburbios del sur de Melbourne, seguramente uno no espera encontrarse con un restaurante que atraiga a comensales de todo el mundo, pero en el de Ripponlea se encuentra Attica, un distinguido negocio que gracias a su cocinero, Ben Shewry, se ha situado en el mapa gastronómico internacional.

Hasta hace bien poco, entre las paredes del establecimiento solamente se daban cita locales y entendidos sobre cocina que encontraban en la culinaria del chef neozelandés una combinación de ingredientes frescos, de hierbas y verduras, con sabores sorprendentes, que no encontraban en otro lugar. Pero todo cambió cuando en 2012 la prestigiosa lista de la revista Restaurant lo incluyó como uno de los mejores restaurantes del planeta. Desde ese momento la vida de Shewry y el devenir de Attica cambiaron sin perder, eso sí, un ápice de su esencia.

Fotografía cortesía de Attica

Porque la inspiración que lo invita a crear, el campestre lugar de Nueva Zelanda donde se crió, continúa intacta. Porque la adopción de lo local, las plantas, hierbas y carnes propias de Australia, no ha cambiado lo más mínimo. Porque la humildad del cocinero, junto con sus sueños y anhelos de ser cada vez mejor y evolucionar, permanecen inalterables desde que abrió por primera vez la puerta de su restaurante.

Fotografía cortesía de Attica

Sobre la mesa del Attica uno encuentra una cocina que se nutre de su infancia, del país que lo acoge, de su aprendizaje con el chef David Thompson en Londres y del viaje culinario que emprendió hasta Tailandia para conocer en mayor profundidad la cocina thai. Así se articula una propuesta en torno a un menú degustación en el que destacan platos tan significativos como el de canguro rojo servido como un tartar con nueces bunya o el de pepinos con salsa y trucha, platos clásicos en constante evolución.

Fotografía cortesía de Attica

Ben Shewry, con su restaurante Attica, se ha convertido por derecho propio en uno de los rostros más reconocidos de la gastronomía australiana y en todo un ejemplo a seguir. La cocina del país oceánico tiene una inmensa oportunidad con alguien como él entre sus filas.