Annua, la fusión del Cantábrico

San Vicente de la Barquera vive en un constante abrazo con el mar. Desde el principio de los tiempos sus gentes han vivido apegadas a las aguas que bañan sus arenales y acantilados, sintiéndolas a través de tradiciones, de la pesca que les ha sustentado en tantos momentos y el patrimonio que a su vera han erigido. Esa relación tan íntima entre una de las villas marineras más populares del Cantábrico y su mar es trasladada de forma inalienable a uno de sus restaurantes más especiales, Annua.

Ubicado en una antigua construcción empleada por pescadores frente al tranquilo estuario de la villa, el establecimiento dirigido por el cocinero Óscar Calleja se deja influir. Lo hace mediante sensaciones, percepciones y pasión, en una lucha constante por alejarse de tópicos y fijar el impresionante entorno marino en la memoria del comensal sin trazas reconocibles. Para ello, la fusión es la clave.

Fotografía cortesía del restaurante Annua

En sus propuestas culinarias, renovadas periódicamente al son de las temporadas y ofrecidas en varios menús degustación, encontramos evocaciones del Cantábrico en su máxima expresión hilvanadas de forma espléndida con sabores de las gastronomías mexicanas y asiáticas. Un mestizaje peculiar, llamativo y sorprendente. Una forma de ahondar en raíces propias del chef y recordar las cocinas que en sus viajes ha descubierto con mayor intensidad.

Son platos como la anchoa cántabra aderezada con ajo negro dispuesta sobre una tostada de maíz, el carabinero acompañado por chamoy y huitlacoche, la ostra blanqueada —del mismísimo San Vicente de la Barquera— con ceviche caliente, la vaca de Cantabria con piña, maracuyá y fabas tiernas o el taco de centollo. Platos que le dan lustre a la estrella Michelin que ostenta el restaurante desde 2012 y al título a Cocinero Revelación que Calleja consiguió en la edición de 2011 de Madrid Fusión.

Fotografía cortesía del restaurante Annua

Sentarse en una mesa del restaurante Annua, disfrutar de propuestas tan interesantes y regocijarse con las privilegiadas vistas que ofrece, es un lujo de los especialmente recomendables. Y si además optamos por algún vino de su bodega, con una especial presencia de champanes, la experiencia no podría ser mejor.