Pablo, cuando los orígenes se juntan con la vanguardia

Corría el año 1975 cuando nació el restaurante Pablo. La ciudad de León asistía a la llegada de un pequeño negocio fruto de la inquietud y la experiencia en el extranjero de sus fundadores, Pablo Rojo y Maruja Ramos. En los primeros tiempos, la cocina leonesa más típica era su punto de partida. Es decir, una ventana abierta al recetario de base, compuesto por platos como las ancas de rana, el bacalao ajoarriero, las sopas de trucha o las sabrosísimas mollejas. El negocio prosperó, y fue variando de ubicación hasta que en el 2005, la segunda generación de este culinario equipo se hizo con el control del establecimiento.

Pablo

Yolanda Rojo, descendiente de los fundadores, trazó nuevos planes para Pablo y se unió a Juanjo Losada, juntos formaban un joven matrimonio gastronómico, con experiencia en distintas cocinas y establecimientos de la geografía nacional. Gracias a su formación y a las horas de trabajo acumuladas fuera de casa, la pareja encontró un concepto modernizado para el restaurante. Nuevos tiempos llegaban para Pablo.

En la propuesta encontramos un único menú degustación con el que conocer los sabores y aromas de las tierras leonesas. Los platos hacen uso de los productos del territorio y de temporada. De este modo, el equipo de cocina ejecuta platos como el escabeche de hígado de pato y perdiz, un bocado que encierra una técnica culinaria tan emblemática como es el escabeche sobre distintas piezas de aves; la sabrosa carne de caza del ciervo, acompañada de piñones y escaramujo o un plato que presenta el bacalao en formato torto y que también incluye chivo y rana.

Pablo

La cocina vanguardista pero consciente de la tradición y de los orígenes tiene un fiel aliado con Pablo. Este restaurante, condecorado con una estrella Michelin en la presente edición de la guía, encierra una historia de amor por los fogones y por el terreno en el que se asienta. Ese amor, esa pasión y cariño por la gastronomía leonesa de antes y de ahora se saborea también en los postres, bien sea en la calabaza que adquiere sabores cítricos, como todo un bosque en el que crece chocolate de todo tipo o en la curiosa combinación de trompetas, leche de cabra y chocolate.