The London Nº1, un recuerdo muy presente

La ginebra The London Nº 1 en su nueva botella
The London Nº 1
The London Nº1 recupera el saber hacer de las ginebras británicas de antaño trasladándonos a la capital inglesa en pleno siglo XVII. Londres, entonces, era centro mundial del comercio de botánicos.
Por Toni Castillo
29 de septiembre de 2017

The London Nº1 es una ginebra estrechamente vinculada a Londres. Es apreciable, en primer lugar, en su nombre. Se observa también en su botella, decorada con un sello que alude a su procedencia inglesa con el Tower Bridge como emblema. Y, sobre todo, en su elaboración. Porque aunque se trata de un gin contemporáneo, nacido al calor del reciente resurgir de estos destilados, recupera la esencia de las mejores ginebras británicas de antaño.

Esta recuperación de un pasado glorioso la hace a través de su receta, de los botánicos que la componen. Hablamos de la canela, de la piel de naranja, de la raíz de angélica, de la almendra, de la ajedrea, de la raíz del iris, del imprescindible enebro, de la bergamota, del regaliz, de la piel de limón, del cilantro y de la casia. Ingredientes que se retrotraen al pasado de la capital británica, a una época como el siglo XVII, cuando Londres era un centro de comercio mundial en el que se comerciaba con toda clase de hierbas y especias.

Combinaciones minuciosas de un buen número de elementos botánicos como los que hacen posible The London Nº1 dieron a las ginebras de entonces, y por extensión a las de ahora, la complejidad que encontramos en las mejores referencias actualmente. Tantos matices, aromas, sabores y, sobre todo, profundidad.

A una selección adecuada, que consiga complejidad al mismo tiempo que equilibrio y elegancia, se suma en el caso de esta ginebra puramente londinense un aspecto único con su color, un precioso turquesa; un diseño de botella sorprendente, recientemente renovado además; así como un método de destilación sumamente especial, conocido como pot still. En él se emplean alambiques tradicionales, de cobre, de un tamaño más pequeño del habitual con el fin de conseguir unas destilaciones controladas al detalle.

Es por ello que The London Nº1 se produce en pequeños lotes y sus cualidades organolépticas son tan únicas e irrepetibles. Primero, por la calidad de las materias primas empleadas. Y, segundo, por el proceso de elaboración artesanal empleado.