Martin Miller's Westbourne, más allá de la excelencia

Botella de la ginebra Martin Miller's Westbourne
Martin Miller's
Martin Miller's Westbourne toma la ginebra Martin Miller's de siempre y potencia sus sabores y su intensidad, todo un nuevo abanico de posibilidades para bartenders y aficionados al destilado de moda.
Por Toni Castillo
21 de noviembre de 2019

Martin Miller's es una de las marcas de referencia entre las ginebras premium disponibles, quien sabe si por la historia de su creador, un bon vivant de múltiples caras y facetas que encontró en los destilados parte de sus quehaceres, especialmente cuando se propuso crear la mejor ginebra del mundo sin escatimar en gastos. Y entre sus productos la Martin Miller’s Westbourne se erige como la ginebra más auténtica y clásica de su repertorio, dando la posibilidad a los profesionales de todas partes del mundo de ver abierto ante ellos un nuevo mundo de posibilidades en la coctelería. Nació en 2003 y desde el primer momento satisfizo los deseos de estos profesionales de la restauración.

La principal diferencia de la Westbourne respecto a la Martin Miller’s habitual en las barras es su mayor intensidad y graduación alcohólica, que en este caso alcanza los 45’2 grados. De esta forma se potencian las notas picantes que la casia aporta a la mezcla y la nuez moscada. Sin embargo el secreto está más allá de los botánicos y se encuentra en el agua. La destilería obtiene el agua de sus destilados en Borgarnes, una pequeña localidad al norte de la capital islandesa Reikiavik, cerca del fiordo Borgarfjörður. Es un agua cristalina, libre de minerales y que no necesita pasteurización previa para su consumo, características que la convierten en la mejor agua posible para elaborar una ginebra, sirviendo de lienzo en blanco para disfrutar de la aportación del enebro y el resto de las especias empleadas.

Como muestra de la ginebra ante la que nos encontramos, nada mejor que los premios obtenidos. Apenas unos meses después de su lanzamiento hace ahora ya 16 años el prestigioso organismo Beverage Testing Institute otorgó 97 puntos al destilado. La hazaña se repitió en 2015, siendo la única ginebra que ha alcanzado esa puntuación en toda la historia del organismo. Es solo la punta del iceberg de todos los premios obtenidos a lo largo de los años.

Por cierto, al bueno de Miller le gustaba lo que él mismo llamaba el Martini Martin Miller’s, donde mezclaba tres partes de su ginebra con media parte de vermú Noilly Prat y opcionalmente una pizca de amargo de naranja, coronada por una espiral de limón y una aceituna verde. Tampoco desmerecía los sorbetes de ciruela convenientemente compaginados con su producto estrella, por si cualquiera de ustedes quiere vivir la vida a su manera degustando su legado.