Originaria de la pequeña ciudad de Chambly, en Quebec, Unibroue se ha convertido a lo largo de los años en la fábrica de cerveza más importante y conocida de Canadá. Pero su camino hasta alcanzar ese status no ha sido nada fácil, sino que detrás de ella hay una historia de constantes fusiones y adquisiciones empresariales que la han llevado a ser lo que es hoy en día: el productor de una de las mejores cervezas canadienses de la historia, La Fin du Monde, y la primera cervecería norteamericana en utilizar los métodos trapenses de los monjes belgas medievales.
El origen de Unibroue se remonta al año 1990 cuando Serge Racine y André Dion decidieron lanzarse al mundo de las cervezas artesanales con la idea de crear un producto único que todavía no estuviera en el mercado norteamericano. Pronto se hicieron con otra cervecería local de Quebec llamada La Brasserie Massawippi, con la que hicieron sus primeros pinitos en el mundo cervecero.
El siguiente paso era constituir una identidad propia que les diferenciara de las demás cervezas presentes en el mercado canadiense, y para ello se aliaron con un maestro cervecero belga con la clara intención de especializarse en cervezas de estilo trapense. De esta manera, en 1992 lanzaron la primera cerveza de abadía norteamericana, la Blanche de Chambly, a la que siguieron más tarde muchas otras como Maudite, Don de Dieu o La Fin du Monde que nos ocupa en este artículo.
A lo largo de estos más de 25 años, la empresa ha crecido y evolucionado pasando por las manos de diferentes inversores y gigantes cerveceros como Sleeman Brewery hasta que en 2006 fue adquirida por la multinacional japonesa Sapporo que ha respetado los orígenes de la cervecera, tratándola como un tesoro nacional canadiense que ha de ser compartido con el resto del mundo.
La Fin du Monde, la mejor cerveza del mundo de estilo abadía triple
La Fin du Monde, o El Fin del Mundo traducido al castellano, fue lanzada al mercado canadiense en 1994, dos años después de comenzar a distribuirse la primera cerveza de abadía norteamericana. Sus responsables desarrollaron la cerveza a lo largo de 18 meses de investigación trabajando sobre una cepa de levadura única y exclusiva de Europa.
La cerveza en sí pretende rendir homenaje a los exploradores europeos que creyeron haber llegado al fin del mundo, al mismo borde de la Tierra, cuando desembarcaron en Norteamérica en busca de condimentos y ríos de oro. Por ello, esta cerveza está elaborada con diferentes especias, entre la que destaca el cilantro, y es de un color dorado turbio para representar los tesoros que los intrépidos colonos deseaban encontrar.
Se trata de una cerveza de abadía, como la mayoría de productos de Unibroue, pero en esta ocasión de estilo Tripel, es decir, una birra trapense de tipo ale, de alta fermentación, en la que se ha empleado tres veces más malta que en una cerveza tradicional de tipo simple, lo que también conlleva una mayor graduación alcohólica.
En este caso se trata de una cerveza rubia, de mucho cuerpo, con un 9% de alcohol. No es amarga, sino más bien todo lo contrario. Hasta se puede considerar una cerveza dulce, con toques florales, de cereales y afrutados, con notas de miel, lo que contribuye a disimular aún más si cabe su alto contenido alcohólico. Todo ello la hace una cerveza perfecta para maridar con queso azul y todo tipo de mariscos y pescados, aunque especialmente mejillones y salmón.
Y lo cierto es que esta cerveza ha tenido mucho éxito desde que se lanzara hace algo más de 20 años, convirtiéndose en la birra canadiense más premiada hasta la fecha. Desde 1995 hasta hoy ha ido acumulando decenas de medallas de oro, plata, bronce e incluso platino en diferentes campeonatos y certámenes cerveceros incluyendo la World Beer Cup y la World Beer Championship. Su último reconocimiento ha llegado este mismo año en los World Beer Awards 2016 en los que ha sido galardonado con el premio a la mejor cerveza de estilo belga Tripel Abbey del mundo por segundo año consecutivo. Algo estarán haciendo bien los chicos de Unibroue para derrotar a los belgas en su propio terreno.
