Bathtub Gin Cask-Aged, remembranzas y añejamiento

Botella de la ginebra Bathtub Cask-Aged
Ableforth's
Bathtub recuerda las ginebras elaboradas artesanalmente durante la ley seca estadounidense, aquellos destilados caseros producidos con métodos rudimentarios en bañeras de domicilios particulares. Cask-Aged es su versión añejada en barrica.
Por Toni Castillo
21 de julio de 2017

La Enmienda XVIII a la Constitución de los Estados Unidos —junto con la definitoria Ley Volstead, bautizada con el apellido del que fue uno de sus más esenciales valedores— estableció la ley seca en el país norteamericano. Entre los años 1920 y 1933 se prohibió la venta, importación, exportación, fabricación y el transporte de bebidas alcohólicas. O, más concretamente, de cualquier licor embriagador cuyo contenido en alcohol superase el 0,5 %.

El consumo no estaba castigado explícitamente, pero se hizo muy difícil, especialmente para las clases más desfavorecidas y marginales. Por eso surgió el mercado negro. Particulares y bandas criminales se lanzaron a producir alcohol con precarios medios. El paraíso sin males sociales que los legisladores dibujaron se convertía en un infierno en el que la delincuencia crecía como la espuma y las bebidas clandestinas, salvo honrosas excepciones, causaban grandes estragos.

De aquella época poco queda en la actualidad. Nostálgicos enamorados por el celuloide que continúa recreándola en numerosos filmes, cócteles como el Gin Fizz, nacido entonces porque en caso de redada policial podía pasar como un inofensivo refresco con soda, y métodos de elaboración caseros recordados contemporáneamente por ginebras como la Bathtub Cask-Aged, hecha por Ableforth's.

Producida en la ciudad de Nueva York, una capital destacada durante la vigencia de la famosa ley, recuerda a todos aquellos gins salidos de tantas y tantas bañeras particulares; de ahí le viene el nombre. Porque aunque no se haga en tinas, como resulta entendible, recupera el espíritu artesanal que tuvieron. Lo hace con procesos laboriosos de producción en alambique de cobre, mediante una elaboración en frío, y un singular añejamiento de entre tres y seis meses en barricas con una quinta parte de la capacidad de un tonel habitual.

Una producción tan única y su delicado añejado consiguen una ginebra de un carácter especial. Con una suavidad y cremosidad destacadas, diferentes a la gran mayoría de destilados. Una profundidad de matices, de botánicos como el enebro, el cardamomo, la canela, el clavo o el cilantro, que contrasta con su notoria finura. Bathtub Cask-Aged, perfecta para degustar tanto en solitario como en cócteles clásicos, se envuelve a mano en papel, siendo rematada por bramantes fijados con cera.