Basmoon Vodka, el vodka de patata que trajo la guerra

Bodegón con una botella de Basmoon Vodka
Fotografía cortesía de Basque Moonshiners
Basmoon Vodka se produce de forma artesanal, a partir de patata alavesa, con una receta que llegó de Italia coincidiendo con la Guerra Civil Española. Tras más de siete décadas en el seno de una familia, se comercializa desde 2014.
Por Toni Castillo
28 de septiembre de 2016

En 1936, con la Guerra Civil Española recién desencadenada, un guerrillero italiano llamado Antonello Favro llegó a Fontecha, un pequeñísimo pueblo de la provincia vasca de Álava, para participar en ella. Entre batalla y batalla, preparándose para la terrible contienda, el italiano conoció a un vecino llamado Tomás Ortiz de Zárate al que quiso instruir en la producción de vodka.

Con una receta que el extranjero llevaba a cabo en los campos de Turín, en su querido Piamonte, aprovecharon la abundante patata alavesa y produjeron los primeros elixires. El tubérculo que otras guerras habían traído hasta el territorio más al sur del País Vasco y lo habían convertido en uno de los más esenciales alimentos, ahora también les iba a servir para producir alcohol casero.

Los métodos productivos quedaron en el haber de la familia desde entonces. Durante más de siete décadas, en un humilde alambique, el bueno de Tomás y su descendencia continuaron produciendo licor durante las noches. En un pequeño granero, apenas alumbrados por la luz de la Luna. Hasta 2014. Fue entonces cuando los nietos del pionero decidieron que era momento de dar a conocer su creación, de poder ofrece a todos el vodka artesanal de patata de su abuelo. En ese momento nacía la destilería Basque Moonshiners y Basmoon Vodka.

Manteniendo los métodos artesanales de elaboración y el mimo que su antepasado ponía en práctica en cada producción, el maestro destilador Carlos Ortiz de Zárate produce el vodka por lotes que apenas superan el millar de botellas, siendo cada una numerada a mano por él mismo.

Basmoon Vodka comienza su preparación con la recolección de la patata alavesa de siembra de la especie «agria», conocida por ser especialmente rica en almidón y garante, por tanto, de un mayor grado alcohólico. Una vez en las instalaciones de la microdestilería, esta es sometida a los diferentes procesos que dan lugar a la bebida. Porque en Basque Moonshiners se ocupan de todo de principio a fin: desde las destilaciones, cinco en total, a la filtración en frío y el embotellado.

El resultado de tal trabajo minucioso, artesano, es un vodka de sabor meloso, natural, con consistentes pinceladas dulzonas, que se equilibra con notas a hierba fresca, cítricos y cacao, resultando una organoléptica diferenciada y notablemente genuina. El handmade potato vodka Basmoon ha sido además distinguido con varios galardones. Consiguió por ejemplo la medalla de oro en la categoría de vodkas premium del certamen europeo The Global Vodka Masters de 2015 y más recientemente la medalla de bronce de los San Francisco Spirits Awards de este 2016.

No es un vodka cualquiera, está claro.