Poco queda por contar sobre Altea, la localidad alicantina ubicada en la comarca de la Marina Baixa, uno de los municipios más bonitos de la región (por algo es conocida como la Perla de la Costa Blanca), y con un importante bagaje cultural como ciudad universitaria y refugio de artistas. También una localidad con mucha historia en la que encontramos vestigios e influencias griegas, romanas, fenicias, íberas y musulmanas. Justamente de la época en la que los griegos dominaban el comercio por el Mar Mediterráneo proviene el nombre original de la ciudad, Althaia, apelativo que proviene del verbo sanar o curar y que a día de hoy también da nombre a la marca de cerveza alteana por excelencia: Althaia Artesana.
La historia de esta microcervecería es una bonita historia de amor: la de Mayte Pardo y Jorge Sánchez. Ambos se conocieron cuando Mayte llegó a Alicante para proseguir su trayectoria profesional en el mundo de los vinos y conoció a Jorge, quien a la postre se convertiría en su marido. Éste, un auténtico apasionado del mundo de las cervezas, le confesó que su sueño siempre había sido elaborar su propia cerveza artesana, y fue en ese momento cuando ambos decidieron lanzarse al agua con su nuevo proyecto profesional.
Y así llevan desde 2014 produciendo algunas de las cervezas más interesantes de la Comunidad Valenciana, con Jorge a los mandos de las operaciones pero perfectamente escoltado, además de por Mayte, por su padre José Manuel, quien ejerce de técnico y manitas de las instalaciones cerveceras, y por Jens Maudal, amigo de la familia y maestro cervecero noruego fundador de la famosa Haandbryggeriet, quien aporta toda su sabiduría y experiencia al proyecto.
A lo largo de estos 3 años de vida, Althaia ha logrado hacerse un nombre importante entre las cervezas artesanales valencianas gracias a sus elaboraciones 100% naturales, sin filtrar ni pasteurizar, sin añadir conservantes artificiales ni aditivos, obteniendo la espuma y el gas de manera natural procedente de la fermentación en botella. Y también gracias a su amplio catálogo que combina las recetas más tradicionales con referencias más atrevidas como su Barlovento, una Smoke Imperial Stout de mucho carácter; su Costa Este, una New England IPA elaborada en colaboración con los navarros de Brew & Roll; o Sidama, una Brown Coffee Porter para la que han contado con los chicos de D•Origen Coffee Roasters.
Cerveza Althaia Blonde: la rubia que triunfa en la Marina Baixa

Pero a pesar de todas estas nuevas referencias y los diferentes estilos con los que experimenta Althaia, su cerveza más popular y su mayor éxito de ventas sigue siendo la birra con la que empezó todo: su Blonde Ale, una cerveza rubia de alta fermentación, con una graduación alcohólica del 5,5% y un amargor moderado de unos 23,5 IBUs que se ha convertido en una de las mejores cervezas artesanales de la Comunidad Valenciana.
Se trata de una cerveza de color dorado y de carácter plenamente mediterráneo, ligera, e ideal para tomar junto a la playa disfrutando del sol. Se elabora con maltas de tipo Pilsen y Cara Ruby, una combinación de lúpulos nobles (Saaz), ingleses (Fuggle) y americanos (Cascade), que le aportan todo su aroma, además obviamente de agua y las levaduras necesarias para la fermentación.
El resultado es una cerveza muy refrescante, en la que predominan los aromas de cereales y cítricos, con un perfecto equilibrio entre el dulzor de las dos maltas empleadas y el amargor y los aromas de los lúpulos. Con estas características, es una cerveza que marida estupendamente con todo tipo de alimentos frescos y ligeros como el pescado, la carne blanca, el sushi o las ensaladas.
Decorada con una etiqueta que combina elementos tan típicos de Altea como las olas que bañan sus numerosas playas y la silueta de la Iglesia de Nuestra Señora del Consuelo, esta cerveza no sólo ha recibido el reconocimiento que se merece en su tierra, sino también fuera de ella, como demuestra la medalla de bronce recibida en el Barcelona Beer Challenge de 2016.