Alhambra Reserva 1925, la cerveza más icónica de la ciudad de Granada

Botella de Alhambra Reserva 1925 rodeada de diferentes alimentos
Mahou San Miguel
Reserva 1925 es la cerveza de Alhambra que rinde homenaje al nacimiento de la marca granadina. Una birra rubia de baja fermentación de tipo pilsen que se ha convertido en todo un icono de Granada y una de las mejores cervezas industriales españolas.
Por Antony Peel
26 de mayo de 2017
Cervezas

La década de los años 20 del siglo XX fue una época muy prolífica para la cerveza en España. Por aquel entonces el sector en nuestro país estaba copado por los seis grandes fabricantes del momento: Mahou, Damm, Estrella de Galicia, La Zaragozana, La Cruz del Campo y El Águila que habían formado lo que se conocía por aquel entonces como la Asociación de Fabricantes de Cerveza de España.

En 1925 iban a ponerse los cimientos del que iba a ser otro actor importante en este campo. Ese año llegaron a Granada, Carlos Bouvard, un francés afincado en Barcelona y propietario de la cervecera catalana La Moravia, y Antonio Knörr, cervecero vasco, hijo del famoso Román Knörr Streif, fundador de la cervecera La Esperanza, y familiar de Luís Knörr, fundador de la marca de refrescos KAS. Ambos empresarios industriales visitaron la ciudad andaluza con la intención de montar su propia fábrica de cerveza siguiendo la estela de sus proyectos empresariales en Barcelona y Vitoria.

Así nacía Cervezas Alhambra, la marca de cerveza granadina por excelencia, tanto por su nombre como por su vinculación inmediata con la ciudad, y una de las más importantes de toda Andalucía, sobre todo en su parte más oriental (Granada, Almería, Málaga y Jaén), y que mediante un plan de expansión territorial ya está presente en la práctica totalidad del país. Durante sus inicios, la cervecera dependía directamente de La Moravia, hasta 1954 cuando otra empresa catalana se convirtió en accionista mayoritario: Damm.

Desde entonces, la historia detrás de Alhambra es una crónica de empresas que han entrado y salido de su accionariado, deudas que le han dejado al borde la desaparición y querellas contra Heineken por espionaje industrial. Además de la ya citada Damm, Cruzcampo y Bavaria también tuvieron su época la frente de la dirección de la empresa, hasta que en 2006 fue Mahou San Miguel quien apostó por la marca y la adquirió por un montante total de 200 millones de euros.

Cerveza Alhambra Reserva 1925: arte nazarí en forma de botella

Diferentes botellas de Alhambra Reserva 1925Mahou San Miguel

Coincidiendo con uno de los momentos más críticos de Alhambra, con la salida de Damm y Cruzcampo del accionariado, la venta de la empresa a un grupo extranjero a bajo coste, y con deudas de más de 600 millones de euros, la marca comenzó en 1997 la producción de la que se ha convertido en su buque insignia y seguramente uno de los artífices que le han llevado desde la posible quiebra a ser considerada una de las marcas españolas de cerveza industrial más populares.

Hablamos de la Alhambra Reserva 1925, una cerveza más conocida por su continente que por su contenido. Porque, sin despreciar la cerveza en sí, lo más destacable de esta birra es su botella de vidrio verde, sin ningún tipo de etiqueta y con toda la información necesaria sobre la cerveza grabada en relieve, convirtiéndose en el símbolo más icónico de la marca granadina y el producto más elegante de la gama, junto con su recién estrenada Alhambra Reserva Roja, una doppelbock que imita el estilo de su hermano mayor.

La Reserva 1925, llamada así obviamente como homenaje a la fecha de nacimiento de la marca, es una cerveza rubia de color ámbar dorado de baja fermentación. Pero no es una lager al uso, como la mayoría de birras industriales que encontramos en nuestro país, sino que la podríamos clasificar dentro la familia de las Imperial Pils. En primer lugar porque sigue el estilo checo de las pilsner elaboradas con lúpulos nobles Saaz y en segundo lugar por su alta graduación alcohólica del 6,4% que nos obliga a añadirle la coletilla de imperial.

Nacida como una cerveza artesanal, a día de hoy no nos atrevemos a considerarla así sobre todo por su volumen de producción y el gigante cervecero que tiene detrás. Aun así, se trata de una cerveza muy redonda, con un equilibrio más que decente entre amargor y dulzor, aunque quizás se eche en falta algo más de aroma y sabor. Pese a ello no deja de ser una de las cervezas comerciales más premium de nuestro país y una de las mejores cervezas industriales de España.