Santamanía London Dry Gin, una ginebra bendita

Botella de la ginebra Santamanía
Fotografía cortesía de Santamaría.
La destilería urbana y de autor Santamanía es la responsable de elaborar, de acuerdo a una estricta filosofía regida por la excelencia y la diferenciación, una ginebra que emplea la tempranillo como base sobre la que combinar botánicos de todo el mundo.
Por Toni Castillo
30 de enero de 2015

De autor porque elabora destilados con una muy particular receta propia y urbana porque se sitúa en plena ciudad de Las Rozas, siendo la primera y única destilería en década de la Comunidad de Madrid; aludimos a la destilería Santamanía, el sueño hecho realidad de unos emprendedores españoles que creían que en el sector de las bebidas espirituosas y premium todavía quedaba trabajo por hacer.

Su filosofía básica, desde los inicios de la empresa, fue buscar la diferenciación a través de la excelencia y personalización, del buen hacer y el cuidado en cada detalle, y en la búsqueda infatigable de ese objetivo encontraron en su alambique Vera, de un robusto cuerpo de cobre con columna de rectificación de seis placas, y en el alcohol base de uva tempranillo que emplean, fiel reflejo del carácter español, sus más fieles escuderos.

Tal compendio de elementos, y la norma autoimpuesta de producir en pequeñas partidas para poder controlar hasta la última gota de destilado, logran la magia que permite a una de las pocas destilerías de España dedicada en exclusiva a la elaboración de destilados de la más alta calidad crear referencias como la Santamanía Gin.

Botánicos y botellas de Santamanía Gin en su destileríaFotografía cortesía de Santamanía.

La ginebra es esencialmente española, por ese alcohol base de tempranillo que mencionábamos, pero también ciudadana del mundo. La razón no es otra que el gusto de su maestro destilador, Víctor Fraile, por recorrer mundo en busca de los mejores botánicos. Ese ánimo aventurero es el que ha conseguido armar una receta sofisticada y elegante, fresca y llena de matices, que se ve magnificada gracias a un proceso de elaboración en un solo paso que recoge desde la propia destilación a la maceración de los ingredientes y su infusión al vapor.

De este modo, es como las poco más de trescientas botellas de la ginebra Santamanía salen a la calle a conquistar paladares. Un rara avis de los destilados, dada su limitada producción, que merece la pena catar.